La globalización ha fomentado los lazos comerciales con otros países, pero también ha hecho que se amplíen nuestros horizontes permitiendo la posibilidad de estudiar o trabajar en el extranjero, lo que conlleva la obligación de gestionar una serie de trámites de documentos que serán necesarios en el país de destino.
Dicha documentación es imprescindible incluso si el país al que pretendemos ir comparte nuestro idioma. Pero cuando se trata de un país con un idioma diferente necesitaremos también una traducción jurada (hay países que no reconocen traducciones juradas de traductores jurados de otros países o que legalizan las traducciones mediante otra vía que no es la figura del traductor jurado).
En otros de nuestros artículos ya hemos hablado de qué es la traducción jurada y el por qué es importante contratar los servicios de un profesional. Pero recordemos que, en el caso de documentos que serán presentados ante un organismo oficial donde se habla un idioma distinto, es necesario contar con un traductor jurado, que está certificado como tal ante el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, para ejercer como firmante avalando la veracidad de la información traducida y contenida en dichos documentos. (Hay que recalcar que no todos los países reconocen a traductores jurados nombrados por un país que no es el suyo).
¿Por qué necesito una traducción jurada de/a inglés?
Pero volvamos al eje del artículo y retomemos el caso de particulares o empresas españolas que necesitan los servicios de un traductor jurado de/a inglés para temas civiles o profesionales en países de habla inglesa.
El inglés se ha convertido en herramienta vehicular de comunicación en una gran parte del mundo, por lo que muchas de las solicitudes de traducción que recibimos están vinculadas con este idioma. Por motivos comerciales, de estudios o trabajo, una traducción correcta es la clave del éxito de su utilización. Más aún cuando se trata de documentos que por su carácter e implicaciones de efecto legal requieren un trabajo minucioso.
Si hablamos de temas laborales y de estudio en particular, debemos reunir una serie de documentos que certifiquen nuestra competencia y conocimientos: expediente académico, laboral, reconocimientos, así como también otros documentos personales de identificación, que pueden ser DNI, pasaporte, partidas de nacimiento, matrimonio, libros de familia, visados de trabajo o estudios, permisos de residencia, certificados de antecedentes penales, etc.
Lo mismo pasa en el caso de intereses o acuerdos de índole comercial, en los que convenios, contratos, licitaciones, poderes notariales, entre otros documentos, también deberán ser traducidos, firmados y sellados por un traductor jurado de/a inglés para que tengan validez en países como por ejemplo, Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, Australia, Irlanda o Escocia (esto no exime de realizar el trámite de apostillado y/o legalización de dichos documentos, que debe llevarse a cabo por parte del interesado en las entidades habilitadas en cada país para su tramitación). En este punto añadimos un apunte: el trámite del apostillado es independiente de la traducción, es el documento original el que se apostilla y la existencia de la misma debe recogerse en la traducción, bien traduciéndola, bien mencionando su existencia, y en todo caso sería anterior porque en la traducción debe reflejarse dicha apostilla.
Esto funciona de manera bidireccional, pues lo mismo pasa con la gente que vuelve a su país de origen tras una estancia en un país anglófono, donde ha trabajado o estudiado y necesita legalizar todos los documentos de las acreditaciones obtenidas allí para hacerlos válidos en su país, como puede ser la homologación de un título universitario, títulos de idiomas (Toefl, First, Cambridge) o de estudios en general.
Contexto Brexit – Más trabajo para el traductor jurado
La decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea ha propiciado un nuevo marco jurídico de relaciones bilaterales entre los gobiernos británico y europeo. El Brexit ha supuesto una reformulación de acuerdos y leyes que van desde subvenciones, becas, relaciones comerciales entre empresas de ambos lados del Canal de la Mancha o convalidación de documentos. El resultado es que tanto para ciudadanos británicos que viven en España (que necesitarán la traducción del visado de residencia), como para españoles que vayan a estudiar, trabajar o residir a las islas, surgen normativas nuevas que pueden requerir los servicios de traducción jurada español – inglés – español.
¿Por qué debo usar los servicios profesionales de un traductor jurado de/a inglés?
Basándonos en lo expuesto, se entiende la importancia de contar con la experiencia y conocimientos de un traductor jurado, que además de tener la certificación oficial requerida, posee un vasto dominio de los idiomas que ha de traducir, así como la cualificación de estar instruido y familiarizado con la lingüística contenida en todo tipo de documentación (terminología especializada en temas jurídicos, comerciales, académicos, etc.). Nuestro trabajo es siempre garantizar la fidelidad del contenido, así como facilitar su comprensión para los efectos legales que hayan de tener, en cada caso.
Traducciones NO juradas de/a inglés
No olvidemos que hay otra serie de documentación que no necesariamente requiere el sello y firma de un traductor jurado. Son documentos que no se presentarán ante una administración oficial: hablamos de CVs y otros documentos que deberán ser presentados con rigor semántico para optar a un puesto de trabajo o beca de estudios. En esto debes prestar especial atención pues es tu carta de presentación de cara a la empresa o institución a la que optes.
Traducciones juradas certificadas de inglés a español online
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