El incremento de la población mundial ha sido exponencial en las últimas décadas y se estima que, para 2050, la cifra poblacional alcance los casi diez mil millones de personas en el mundo. Esto supone un gran reto para la industria alimentaria que, con el fin de lograr garantizar la seguridad de los cultivos y por ende el abastecimiento de los diferentes productos del sector agroalimentario, se enfrentan al gran desafío no solo de cubrir la creciente demanda de alimentos, sino también el de fibras, forrajes y otros productos derivados.
En este sentido, los avances en el ámbito de la ciencia y la tecnología han permitido que la industria agropecuaria proteja la productividad agrícola con altos porcentajes de éxito. De hecho, las estimaciones hechas por la Asociación Europea para la Protección de las Plantas (ECPA- European Crop Protection Association) indican que, sin el uso de productos fitosanitarios, la producción del campo mermaría entre un 30 y 40% a nivel mundial, por la acción de distintos organismos animales y vegetales.
Por otro lado, las plagas de cualquier tipo (hongos e insectos entre otros) han afectado a las cosechas del hombre a lo largo de la historia. Es por ello por lo que la industria agroquímica se ha servido de los productos fitosanitarios para conseguir cosechas libres de agentes que acaben con los cultivos. Pero las empresas no sólo se enfrentan al exterminio de plagas y microorganismos que amenazan el abastecimiento ingente que demanda la población actual, sino también a la labor de hacerlo de una manera responsable y sustentable. De forma paralela al aumento de la producción, deberán enfrentarse también a intentar minimizar la huella ecológica y a lidiar con el cambio climático, que ya da grandes señales de ser cada vez más dramático. Como reto añadido, está la evidente escasez de recursos naturales y la creciente carencia de suelos aptos para la actividad agrícola.
Pero, ¿qué son los productos fitosanitarios?
Como ya hemos mencionado, los productos fitosanitarios son aquellas sustancias agroquímicas que protegen y favorecen la salud de los cultivos, alejando potenciales enemigos que acaben con las cosechas.
Los fitosanitarios se dividen en dos grupos y pueden ser biológicos o de síntesis química. Dependiendo de las necesidades, se deriva su uso. Existen fungicidas, acaricidas, insecticidas y herbicidas para mantener a raya respectivamente a hongos, ácaros, insectos y malas hierbas.
Los productos agroquímicos deben pasar por un proceso regulatorio para asegurar que sean seguros para la salud y el medioambiente. Esta evaluación se basa en los criterios de la OMS (Organización Mundial de la Salud) y consiste en presentar a detalle todas las pruebas pertinentes de análisis pormenorizados para garantizar la seguridad de su uso y obtener así la aprobación de su comercialización.
Traducción de productos fitosanitarios
Estas y otras sustancias químicas, por el carácter de su naturaleza, requieren de regulaciones y etiquetados para su aprobación, comercialización y utilización. Por lo que toda la información contenida tanto en la ficha técnica, como en etiquetas e incluso folletos para su venta y distribución, debe ser sumamente clara y correcta.
China, Estados Unidos y gran parte de los países con producción agrícola de Europa o África demandan productos fitosanitarios. Por esta razón, cuando se importan este tipo de productos para su venta en países del extranjero que tienen un idioma diferente al del país de origen, es muy importante llevar a cabo una traducción rigurosa y minuciosa, pues incluye información que debe tratarse con extremo cuidado, ya que hablamos de los métodos de aplicación y las dosis adecuadas recomendadas que han de respetarse para avalar el uso responsable de estas sustancias químicas durante todo su ciclo. Esto comprende desde su creación, estudios y desarrollo, así como su venta, utilización y hasta su posterior eliminación y desecho de los envases que los contienen.
¿Qué tipo de información se traduce para los productos fitosanitarios?
Cabe reiterar que la traducción correcta de este tipo de productos y toda la información que respecta a ello es de delicada importancia. Por lo cual, siempre recomendamos llevar a cabo la traducción de productos fitosanitarios –y químicos en general- con traductores profesionales especializados en este sector que sepan utilizar la terminología adecuada y que tengan experiencia comprobada en este campo.
Alguna de la información que suele traducirse en este tipo de productos engloba lo siguiente:
– Traducción de estudios, pruebas y evaluaciones del producto
– Traducción de autorizaciones de uso de sustancias químicas
– Traducción de etiquetado de los productos agroquímicos
– Traducción de manuales de uso responsable del producto
– Traducción de folletos de comercialización para agricultores, etc.
En V.O. Traducciones contamos con un equipo formado en distintas materias y tenemos vasta experiencia en traducciones de productos fitosanitarios, pues contamos con la confianza de empresas a quienes desde hace muchos años prestamos nuestros servicios.
Si usted necesita más información de traducciones fitosanitarias o de cualquiera de nuestros servicios, no dude en contactar con nosotros y con gusto responderemos a la brevedad posible.