Las traducciones juradas son un tipo de servicio muy demandado entre el abanico de peticiones que ofrece una agencia de traducciones.
¿Qué es un traductor o intérprete jurado?
El traductor jurado es todo aquel profesional de traducción o interpretación que ha sido debidamente acreditado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.Esta certificación le confiere la potestad de traducir documentos que, a posteriori, tendrán validez oficial para efectos legales ante autoridades y organismos oficiales.
¿Para qué sirve una traducción jurada?
En España es requisito indispensable la traducción al castellano de documentos redactados en lengua extranjera para que surtan efecto en el país.
¿Por qué es importante una traducción jurada hecha por un profesional?
La primera razón fundamental, como hemos mencionado antes, es porque los traductores jurados son los únicos que tienen la capacidad para firmar y sellar un documento con el fin de hacer que la traducción tenga carácter oficial ante autoridades. Sin este requisito, la documentación carecerá de validez para su cometido. Además, otra razón de peso es que por su naturaleza y uso, son documentos sensibles que requieren una traducción cuidadosa y cualificada.
¿Qué tipo de documentación requiere una traducción jurada?
Todos aquellos documentos de identidad y particulares que se presentarán ante un organismo público para que tengan validez, tales como:
- DNI, pasaportes, carnés de conducir, libros de familia, etc.
- Certificados de nacimiento, matrimonio, divorcio, defunción
- Certificados de antecedentes penales. Documentación académica (títulos, cursos, acreditaciones, reconocimientos)
- Certificados médicos
- Testamentos
- Permisos de residencia, trabajo
- Poderes notariales
- Trámites de adopción
- Nacionalidad, procesos de naturalización
- Procesos legales y sentencias
En el caso de las empresas, hablamos de documentación que necesite ser validada por vía legal, como es el caso de:
- Contratos
- Escrituras y poderes notariales
- Sociedades
- Concesiones
- Licitaciones
Como información complementaria, hay documentos para los que no es necesaria una traducción jurada (ciertos tipos de contratos, acuerdos, etc.); sin embargo, es recomendable una traducción hecha por un profesional experto en terminología jurídica y legal porque, de ser traducidos erróneamente, podrían derivar en graves implicaciones legales.
Diferencias entre traducción jurada y traducción jurídica
Ya que hemos abordado el tema de la terminología jurídica, cabe hacer hincapié en la diferencia entre ambos conceptos para evitar confusiones.
Hemos visto que una traducción jurada es la traducción de todo aquel documento para uso administrativo por un traductor jurado, certificado como tal por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Esto le otorga validez ante un organismo oficial. En cambio, una traducción jurídica es aquella que se circunscribe a documentos referentes al área del derecho y puede hacerla un traductor especializado en tecnicismos en materia jurídica.
Por eso un traductor jurídico puede traducir documentos referentes a esta rama, pero sólo tendrán validez oficial ante órganos administrativos y judiciales si además posee el reconocimiento de traductor jurado.
¿Dónde tiene validez una traducción jurada?
Como podemos comprobar en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la información pertinente a la validación de un documento y traducciones oficiales es la siguiente:
“Generalmente, en España sólo se considera traducción oficial, y por tanto válida para ser presentada ante cualquier organismo de la Administración española, la realizada
a) por un Traductor Jurado con nombramiento del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación español (están exentas de legalización por modificación del artículo 13 del Real Decreto 2555/1977, de 27 de agosto, por el que se aprueba el reglamento de la Oficina de Lenguas del Ministerio de Asuntos Exteriores)
b) por una Representación diplomática o consular española en el extranjero (que deberá ser legalizada posteriormente por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación para ser presentada ante la Administración en España).
c) por la Representación diplomática o consular en España del país que ha expedido el documento (que deberán ser legalizadas posteriormente por el Ministerio de Asuntos y de Cooperación para ser presentada ante la Administración en España).
No obstante, en el caso de traducciones locales, para que una traducción extranjera pueda surtir efectos en España, tiene que estar debidamente legalizada o Apostillada en el sentido del punto 1.2).
Algunos Estados parte del Convenio de la Haya de 1961 (entre ellos España) no apostillan traducciones de traductores jurados por considerarlas documentos oficiales pero no de carácter público sino privado.
Se informa que, no obstante, una traducción hecha por un traductor jurado o autorizado local en el extranjero, incluso aunque se encuentre correctamente legalizada, puede ser rechazada por algunos órganos de la Administración española, pudiendo exigir una traducción oficial en los términos 1.1) – 1.3). Se recomienda que los interesados consulten previamente en el sitio en el que la traducción haya de surtir efectos, si se acepta la forma en que se va a legalizar la traducción.”
Esperamos haber aportado algo de luz en esta materia para hacer más fácil la compresión de la figura del traductor jurado.