Vivimos tiempos frenéticos en los que todo es para ayer. Los ajustados – y exigentes- plazos de entrega o realización de un servicio que requieren algunos sectores, necesitan una respuesta ágil, fiable y comprometida. Sin embargo, en el sector de las traducciones la celeridad no debe sacrificar en ningún momento la calidad. Por este motivo queremos ahondar en este tema, para evitar caer en una mala praxis, apremiados por la necesidad de inmediatez.
¿Qué es una traducción urgente?
Una traducción de carácter urgente se define como todo aquel encargo que necesite ser resuelto en un periodo breve de tiempo, teniendo en cuenta que, en una jornada normal, un traductor traduce una media de 2000 y 2500 palabras. En algunos casos la relación palabras/día laborable tiene que duplicarse para adaptarse al plazo de entrega requerido.
Normalmente la urgencia se debe a que la información de los documentos caduca, por ejemplo si es una noticia. Otras veces es necesario que estén entregados al cliente porque entran en juego factores de salud en los que es imprescindible actuar sin demora. Y otras veces porque de la agilidad en la traducción depende que no se ralenticen otras piezas de la cadena, como por ejemplo una impresión o publicación.
Estas situaciones requieren una estrategia rápida y eficaz de los recursos de traducción, con el fin de agilizar el proceso y garantizar un resultado óptimo. Las pautas las marcan el volumen de traducción y el plazo de entrega del trabajo solicitado, así como el tipo de texto a traducir. No es lo mismo llevar a cabo la traducción de un documento carente de terminología especializada, que por ejemplo, el de una traducción jurada o médica que requieren un minucioso y concienzudo análisis para evitar errores garrafales de traducción que pueden ser de suma importancia.
Sectores sensibles al uso de traducciones urgentes
El ritmo ajetreado que marca la vorágine de consumo hace que algunos sectores trabajen a marchas forzadas y requieran de traducciones inmediatas, instantáneas y/o simultáneas. Como es el caso de medios informativos que se alimentan constantemente del flujo diario de noticias y que además se necesita, no sólo rapidez, sino veracidad en lo que se comunica. Por ende, se vuelve primordial obtener una traducción fiable y fidedigna que no dé lugar a errores que puedan poner en riesgo la comprensión.
El médico es otro de los sectores que ya hemos indicado que marca la urgencia, junto al de los procesos judiciales.
Problemáticas comunes al hacer traducciones urgentes
Una traducción deficiente puede desencadenar graves perjuicios para la reputación de la empresa y de la agencia encargada de esos servicios. Por esta razón es un deber profesional ser muy rigurosos a la hora de realizar una traducción urgente.
Tomemos como ejemplo una traducción errónea en el prospecto de un medicamento. Las consecuencias podrían ser catastróficas dado que es de vital importancia determinar cuidadosamente la posología, la composición y las contraindicaciones.
Consejos sobre traducciones urgentes
El cliente que tiene la necesidad de hacer una traducción urgente debería tener en cuenta estas recomendaciones:
Planificar con tiempo las tareas de traducción. No nos cansamos de repetir que la planificación en la traducción es muy importante. Hay sectores y empresas para los que esto puede parecer una utopía y necesitan constantemente servicios de traducción inmediatos. Pero aquellos que tengan la oportunidad de definir un calendario de entregas, tendrán ganados puntos cuando se estrechen los tiempos de entrega.
Evitar el uso de herramientas de traducción automática de pago o gratuita. Si bien es cierto que los traductores online se han convertido en un medio para hacer traducciones instantáneas, hay que tener cuidado con el resultado de estas traducciones literales. A menudo estos programas hacen que el texto carezca de sentido o contexto. Y precisamente es el peligro si nuestras traducciones son urgentes.
Revisión del documento a traducir. Para no encontrarnos con sorpresas, es absolutamente necesario hacer varias revisiones exhaustivas de los documentos antes de enviar a la agencia de traducción, y facilitar el documento en un formato que se pueda editar, en la medida de lo posible.
Utilizar los servicios de traductores profesionales. El dominio de lenguaje es imprescindible para obtener una traducción competente. También lo es la familiaridad que genera el trabajo continuo de traducciones especializadas que realizan los traductores casi a diario. Por eso, recurrir a un profesional siempre será la primera opción para conseguir resultados satisfactorios. Invertir en las traducciones es más económico a medio y largo plazo.
Las prisas son malas consejeras en cualquier ámbito de la vida pero en el trabajo de la traducción, lo es aún más.
Si eres el encargado de la gestión de las traducciones de tu empresa, será un placer ayudarte cuando lo necesites, sean o no traducciones urgentes. Suscríbete a nuestra newsletter y obtendrás un descuento en los servicios de traducción cuando los solicites.